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Por: Berenice Villatoro
Si eres de los que de plano no quiere saber nada sobre el romance, te dejamos estos planes anti San Valentín
Evidentemente no te vas a poder esconder del 14 de febrero de todo el amor y cursilería que habrá por las calles, pero si la verdad no te urge mucho celebrarlo, aquí te vamos a dejar algunos planes anti San Valentín para que los hagas solo o con tus amigos.
Es obvio que muchos odian San Valentín porque lo ven como una fecha comercial que fomenta el consumismo y crea expectativas poco realistas sobre el amor y las relaciones. Peeero, para otros, el estar soltero puede hacer que la festividad se convierta en un recordatorio incómodo de su estado sentimental, generando sentimientos de tristeza o exclusión.
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Si eres de los que ha tenido malas experiencias en el amor y asocias la fecha con recuerdos dolorosos, entonces te urgen unos planes que no te lo recuerden para nada
El rechazo al 14 de febrero suele venir de la idea de que el amor no debería estar condicionado por un solo día ni por demostraciones materiales, pero eso no quiere decir que no vas a pasar un buen fin de semana, porque este año, cae en viernes.
Si San Valentín te parece una festividad exagerada, cambia las reglas del juego, literalmente. Organiza una noche con tus amigos con clásicos como Monopoly o Uno, hasta juegos de estrategia como Catan o Risk.
Para hacer la velada aún mejor, acompáñala con snacks, bebidas y buena música. La risa y la competencia amistosa harán que olvides por completo los corazoncitos y las cenas románticas.
Dale un giro completamente opuesto a la típica comedia romántica y lánzate al cine a ver una película de terror. Si quieres algo reciente, Compañera perfecta es una gran opción, ya que mezcla tensión psicológica con momentos inquietantes que te mantendrán al borde del asiento.
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Si no quieres lidiar con toda la locura de San Valentín, convierte el 14 de febrero en un día de autocuidado, o esconéctate de redes sociales, prepara un baño relajante, ponte tu pijama favorita y disfruta de un maratón de series o películas que realmente te gusten.
Puedes complementar el día con una buena comida casera, una sesión de skincare y, por qué no, un poco de journaling para reflexionar sobre lo que realmente quieres en tu vida.
Nada mejor para ignorar San Valentín que salir de la rutina y hacer una pequeña escapada. Puedes irte a una playa cercana, visitar un pueblo mágico o hacer senderismo en algún lugar rodeado de naturaleza.
Si no puedes viajar lejos, un simple cambio de ambiente, como explorar un barrio diferente de tu ciudad o ir a un café que nunca hayas visitado, puede hacer que el día se sienta especial sin necesidad de flores ni cenas románticas.
En lugar de restaurantes llenos de parejas y menús caros, organiza una cena temática con comida que realmente te haga feliz. Puede ser una noche de pizzas caseras, una maratón de ramen o una competencia de tacos con amigos.
La idea es consentirte con tus platillos favoritos y disfrutar sin la presión de celebrar el amor de manera tradicional. Si quieres hacerlo más divertido, pon un código de vestimenta, por ejemplo, pijamas o looks extravagantes, y haz que cada invitado lleve su comida favorita.
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Por: Berenice Villatoro
