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Procrastinador anónimo: ¿Por qué no terminas lo que empiezas?

Salud mental

Procrastinador anónimo: ¿Por qué no terminas lo que empiezas?

Por: Berenice Villatoro

Que si no bajaste de peso, pero que si no terminaste un proyecto, te has preguntado, ¿por qué no terminas lo que empiezas?

Sea como sea, la realidad es que muchos de nosotros no hicimos muchos los famosos propósitos de Año Nuevo del 2024, y ahora con el 2025 en la puerta, seguramente te preguntas por qué no terminas lo que empiezas. Pa’ que no tires la toalla, te contamos cómo dejar de ponerte el pie.

¿Pooor?

“Cuesta mucho no terminar lo que empiezas, porque te cuesta enfrentarte a la culpabilidad de no hacer lo que somos capaces de hacer”, explica Carlos Agami, fundador de Shopology y experto en creencias limitantes en Consultorio moi.

Para Carlos, una forma de enfrentarnos a esto es visualizar lo que vamos a perder si no terminamos, o peor aún, lo que vamos a sentir si no le damos con todo. “Visualízate cómo te vas a sentir si no terminas, genérate dolor, imagina esas consecuencias, porque si no lo dejas en un nivel emocional, no sirve”, indica.

Hay pocas cosas en la vida que te decepcionan más que no hacer lo que soñaste que harías, desde tener una carrera fantástica, hasta ese vestido que no te queda porque subiste en vez de bajar este año. “En la salud también te afecta porque juras que este año sí vas a bajar de peso y ya hasta tienes la aplicación, y no lo haces, o en lo económico, hacer una tesis, un proyecto, ahorrar, y no lo haces”.

¿Por qué no terminas lo que empiezas?

Seguramente has escuchado a alguien decir “a mí se me ocurrió una app de taxis antes de que existiera Uber”, y claro que no le crees, pero deberías, porque es posible que sí haya pasado, el punto es que no hizo nada con esa idea.

“A mí me pasa que me siento insatisfecho, frustrado por no haber hecho lo que podía, y como que tratas de sustituirlo con algo más, y terminas trabajando hasta las 10 de la noche, sin terminar lo que iniciaste, tratando de tapar un hueco nada más”.

Eso sí, si te pones unas metas que para nada vas a poder alcanzar, lo más seguro es que nunca termines lo que empiezas, y vivirás frustrado por esta situación.

¿Cómo terminar lo que empiezas?

Los pretextos son millones, y para todo tenemos una respuesta de por qué no hacemos algo que nos habíamos propuesto, por eso debes preguntarte si es algo que quieres o pura presión social.

“Lo primero que debes hacer es pensar si esto que quieres hacer es una meta realmente tuya, o es algo general como ‘debo bajar de peso’, porque si no tienes razones para hacerlo no lo harás”, comparte.

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Busca una estrategia

No se vale que digas que quieres más lana o crecer tus músculos, pero que como no tienes un asesor financiero o un entrenador no lo haces.“En el mundo de hoy, a nadie le faltan las técnicas para lograr tus objetivos. ¿Quieres técnicas para ahorrar? 45 segundos leyendo la Revista moi y seguramente los vas a encontrar”.

Trabaja tus razones

Bajar de peso para poder jugar con tus hijos es una razón poderosísima, ahorrar para no tener una vejez con poca lana, también, así que busca el motivo final de por qué estás haciendo lo que haces. “Tienes que trabajar tus razones, preguntarte por qué quiero esto, yo cuido mi salud porque quiero ser un tatarabuelo mamey, yo me visualizo como un abuelito ponchado, cargando a sus tataranietos lanzándolos al cielo y cachándolos”.

Según Agami, las personas haríamos más para evitar que nos roben 100 dólares, que para conseguirlos, así que pon tu mente a idear el porqué cumplirás tus metas, imaginando el dolor que sentirás si no lo haces.

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Metas que no te importan

Crecemos creyendo que lo que tuvieron nuestros papás es lo importante, que tener 100 millones de dólares en el banco es la meta, pero ¿y si todo lo que crees es porque te lo inculcaron? Con esta idea en mente, debes reconocer que hay cosas que de verdad no te importan, a lo mejor no quieres ese asenso que tú juras que sí, y en lugar de estar perdiendo tu tiempo sin terminar el proyecto que te llevará a él, mejor haz uno para salirte de esa empresa.

“También debemos elegir las metas que a ti te importen, en las que tengas razones realmente poderosas para perseguirlas, para no darte atole con el dedo por intentar lo que los otros hacen”.

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Sube tu confianza

Con todos los puntos anteriores vas a comenzar a tener confianza en lo que haces, no se va a tratar de “uy, otra cosa para la que soy malo”, sino de ir logrando objetivos uno a uno hasta que ya sea normal para ti terminar todo.

¡No debes sufrir!

Si te estás torturando todos los días por lo que debes hacer, nunca vas a terminarlo, tienes que disfrutarlo, y al contrario, piensa en lo que te estás perdiendo por seguir haciendo una meta que ni te gusta, ni estás logrando.

Finalmente, si quieres echarte un clavado a la entrevista completa, con el master Carlos Agami, aquí te dejamos el capítulo completo.

 

Si te sientes impotente por ir detrás de una meta o por terminar algo, piensa mejor en si eso es algo que de verdad quieres, y si no, será mejor buscar otra. ¡A ponerse pilas!

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Por: Berenice Villatoro

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