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Por: Revista moi
Winter is coming y tu boca lo sabe... Aquí te decimos cómo cuidar tus labios en invierno, pa' que no los traigas todos partidos.
“Es molesto y poco sexy”, así de rudo es el invierno con nosotros. No sé tú pero en nuestro caso empieza a hacer frío y luego, luego, sentimos nuestra boca descarapelada y como si fuera de cartón. ¿Sabes qué hacer? Aquí te decimos cómo cuidar tus labios en invierno.
Tener la boca partida en invierno es algo a lo que, tristemente, ya estamos acostumbrados. ¿Lo bueno? No tiene que ser así porque todo tiene una explicación: hay menos humedad en el ambiente y el aire frío reseca, además los labios no tienen glándulas sebáceas como el resto de la piel y por eso es que tienden a resecarse y escamarse. Sabiendo esto, hay ciertos tips que te ayudarán a solucionar este incomodísimo problema.
Antes de que te caiga la voladora de que ya andas con los labios todos partidos, aquí te decimos cómo cuidar tus labios en invierno. Checa los mejores tips para que recuperes su brillo lo más pronto posible.
Todos lo hacemos, pero tienes que saber que es una pésima costumbre, porque la saliva no hidrata, al final del día se evaporará rápidamente y terminará irritándote y dejándote la boca más reseca que antes.
Sabemos que los amas (nosotros igual) pero si te pones cosas ricas y antojadizas en la boca, es más probable que chupes tus labios sin darte cuenta.
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Se nos olvida, pero los labios también son piel y necesitan protección contra el sol. Si se queman, el único resultado que tendrás es resequedad.
Sin duda alguna este es el punto más evidente, pero el que más se nos llega a olvidar cuando estamos hablando de cómo cuidar tus labios en invierno. El aire helado le hace muchísimo daño a tu boca, mejor tápala con una bufanda o con tu chamarra cuando salgas de tu casa.
Es común tener cierta sensibilidad a productos como tintes o perfumes, si es tu caso, no uses cosméticos y artículos con los ingredientes que sabes que te hacen daño.
Nunca nos cansaremos de repetirlo, toma más agua, esto ayudará que tu piel esté más hidratada. Si el ambiente está seco, instala un humidificador en tu casa (por lo menos mientras duermes).
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Si has seguido estos consejos y aun así tus labios no mejoran, es probable que tengas un problema de salud subyacente o una condición en la piel conocida como queilitis. En cualquiera de los dos casos es importante que acudas al médico para que pueda evaluarlo y darte un tratamiento adecuado.
Usa un bálsamo humectante en la noche. Puede ser vaselina, lanolina, cera de abeja, aceite de coco, manteca de cacao… Es probable que sea la única medida que necesites para no tener los labios raposos.
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Por: Revista moi