¿24/7? Señales de cortisol alto y lo que pasa en tu cuerpo

Estamos aprendiendo todos los días de las cosas tan horrendas que le pasan a nuestro cuerpo debido a las diferentes hormonas que tenemos, por eso te urge conocer las señales de cortisol alto.

Hábitoz que te suben el cortisol

Para empezar, es importante que identifiquemos que hay un montón de factores que lo aumentan, pero lo más común es el estrés crónico, ya sea emocional, las preocupaciones o la ansiedad, pueden hacer que suba rapidísimo, aunque también hay aspectos físicos, como la falta de sueño, exceso de ejercicio intenso, o lo que comes.

Tener hábitos alimenticios deficientes, como dietas altas en azúcar o cafeína, tampoco ayuda, así que es posible que te esté llegando por todos lados en tu vida. Eso sí, debes saber que a las mujeres el nivel de cortisol les aumenta por muchos factores, incluso hay un estudio sobre la limpieza que asegura que si ves un tiradero, generalmente tendrás problemas por esta hormona.

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“El estudio mostró que cuando la esposa veía una casa desordenada, sus niveles de cortisol aumentaban a lo largo del día, mientras que aquellas que no experimentaban un problema de desorden notaban que sus niveles de cortisol bajaban a lo largo del día”, revela la doctora Elizabeth Earnshaw, especialista en terapia familiar.

Otro dato de infarto, es que el cortisol también aumenta cuando estás discutiendo todo el tiempo con tu pareja, como lo ha revelado el doctor Steven Stosny, autor de How to Improve your Marriage without Talking about It y Love Without Hurt.

El también terapeuta, indica que los gritos o peleas pueden aumentar el ritmo cardíaco a más de 100, lo que aumenta la adrenalina y el cortisol que le ayudan al cuerpo a salir de esa situación.

 Señales de cortisol alto y lo que pasa en tu cuerpo

El cortisol es una hormona clave en la respuesta al estrés, pero cuando está elevado de manera crónica, puede tener efectos perjudiciales en el cuerpo y la mente, cada sensación que te genera va a tener consigo una reacción física.

• Estrés constante o ansiedad: Te sientes en “alerta” todo el tiempo, incluso sin razón aparente.
• Fatiga persistente: A pesar de descansar, puedes sentirte agotada, especialmente al inicio y al final del día.
• Problemas para dormir: Dificultad para conciliar el sueño o despertarte durante la noche sin poder volver a dormir.
• Aumento de peso, especialmente en el abdomen: El cortisol promueve la acumulación de grasa visceral, lo que puede dificultar mantener un peso saludable.
• Cambios en el estado de ánimo: Irritabilidad, cambios de humor frecuentes o síntomas de depresión.
• Problemas de piel: Aparición de acné o piel más grasa debido al aumento de producción sebácea.
• Desequilibrio hormonal: Puede alterar el ciclo menstrual o reducir la libido. Sistema inmune debilitado
• Mayor susceptibilidad a infecciones y enfermedades comunes.
• Problemas digestivos: Puede causar indigestión, hinchazón o irritación en el sistema gastrointestinal.
• Dificultad para concentrarte o problemas de memoria: La niebla mental es común con niveles altos de cortisol crónico.

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¿Qué le hace a mi cuerpo?

Físicamente también va a tener una reacción, y es que el cortisol ayuda en un montón de situaciones, así que tienes que mantenerte alerta para que no suba de forma desmedida.

Riesgo de enfermedades cardíacas

Según la Clínica Mayo, existe una relación estrecha entre el tener el cortisol alto y la hipertensión arterial y el aumento del colesterol malo (LDL), así que a la larga puede llegar a pasarte factura en el corazón.

Alteración en el azúcar en sangre

Como te lo ha estado repitiendo una y otra vez Marian Rojas Estapé en el programa de Martha Debayle, el cortisol elevado puede contribuir a la resistencia a la insulina y aumentar el riesgo de diabetes tipo 2, lo que puede convertirse en algo muy peligroso para tu cuerpo.

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Pérdida de masa muscular y ósea

Favorece el metabolismo muscular y puede disminuir la densidad ósea, aumentando el riesgo de osteoporosis, y es que aunque no lo creas todo está conectado.

Envejecimiento prematuro

Acelera el daño celular al aumentar el estrés oxidativo, una razón por la que cuando tienes 29 años ya pareces de 42, porque tu cortisol está a tope todos los días.

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