Comenzaste muy motivado, veías resultados y ahora no puedes ni quieres ponerte los tenis
A todas nos pasa… cuando comenzamos una nueva rutina de ejercicios, tenemos el ánimo hasta arriba, le echamos todas las ganas, lo hacemos con mucha emoción y empezamos a ver resultados al poco tiempo. Estamos muy motivadas a hacer un cambio.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la motivación se termina. Lo que te hacía levantarte al principio ya no es suficiente, empiezas a faltar a tus entrenamientos, lo haces con flojera y lo que es aún peor… ¡dejas de ver resultados!
Antes de que regreses a tus malos hábitos y sea demasiado tarde para retomar tus rutinas de ejercicio, ¡cambia de actividad!
¿Cómo saber si ya es momento de cambiar mi rutina de ejercicio?
Falta de motivación: ¿te acuerdas cuando ibas a tu clase de buenas? El ejercicio tiene que ser parte de una actividad que disfrutes. Ya sufres lo suficiente en tu trabajo, en el tráfico y en otras actividades como para sumarle que hacer ejercicio sea una tortura. Está bien si un día o dos no te quieres levantar porque estás cansada, pero no lo hagas una constante.
Si lo que ya te aburre es el cardio, cambia de ambiente, puedes hacer cardio al aire libre, subirte a andar en bici o correr por una ruta diferente o intenta una nueva tendencia de cardio como ejercicios HIIT. Crea una nueva playlist de música que te ayude a motivarte o inscríbete a una clase nueva.
Ya no te reta: si llevas mucho tiempo haciendo la misma actividad, es muy probable que tu cuerpo ya esté acostumbrado. Con el tiempo puedes notar que ya no te cansas como antes, que los ejercicios son más fáciles o que terminas más rápido. Y aunque esto es una señal de que eres más fit y más fuerte (¡yuhuuu!) también significa que debes cambiar tu actividad. Empújate un poco más cada vez, no tengas miedo de enfrentarte a retos más fuertes, tú puedes con eso y más.
Ya no ves resultados: lo malo de que tu cuerpo se acostumbre a tu rutina es que ya no tendrás los mismos resultados. Si te has concentrado en trabajar las mismas áreas de tu cuerpo desde hace un tiempo, tus músculos ya no se van a desarrollar ni marcar igual. Dale variedad a tu rutina, trabaja diferentes partes del cuerpo cada semana, combina rutinas de cardio con rutinas de fuerza. Haz más repeticiones o agrega más peso.
Te duele algo: si sientes que cada vez que haces un ejercicio terminas con dolor (ojo, no confundir con el dolor post ejercicio), como si tuvieras una torcedura o una lesión, es momento de cambiar tu ejercicio. A veces nos acostumbramos a hacer cierto ejercicio con una técnica determinada y si la hacemos mal, puede que nos estemos lastimando. Es mejor corregir la técnica y cambiar las posturas cada cierto tiempo. De esta manera no “vicias” un movimiento y te aseguras de que lo estás haciendo bien.
Ya lo sabes, no debes temer al cambio. Saber cuándo es un buen momento para cambiar tu actividad física es clave para seguir desarrollando tu cuerpo.
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