Aún no llegas a tu taza de café y ya viste todas las fotos del viaje de tu BFF, ¡te urge leer los efectos en tu cerebro!
¿Qué es lo primero que haces al despertar? Adivino… ¡ver el celular! Pues resúltase ser que el 61% de las personas que smartphones lo usan a los 5 minutos de abrir el ojo, y no solo eso, el 96% checan sus redes sociales antes del desayuno. Peeero, ¿qué tiene de malo? Bueno, te contamos sobre la nomofobia y los efectos en tu cerebro de despertar y ver el celular
Fíjate en este dato de horrorsss, el usar tu celular en los primeros minutos aumenta tu estrés un 35%, o sea que si ya andas jalándote los pelos de la ansiedad, con el simple hecho de usarlo te vas a poner peor.
Tristan Harris, ex diseñador de Google y fundador del Centro para una Tecnología Humana, apunta hacia otra cosa muy importante, que con solo ver algunas fotos en Instagram el miedo a perderte de algo se enciende y no hay nada que podamos hacer para cambiarlo.
A partir de ese momento te vas a sentir tan mal por no estar en la playa, en el café con los amigos o en el trabajo de los sueños de alguien, y el dolor que eso representa estará bastante cañón.
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Otro de los efectos en tu cerebro de despertar y ver el celular es la atención dividida, esto quiere decir que en cuanto prendes el smartphone ese “voy a ver qué hora es” se va a convertir en algo de 20 o 30 minutos. La atención dividida en realidad es sinónimo de distracción, y sabes en qué lo vemos reflejado, en la pérdida de productividad, porque de pronto sientes que debes estar en mil cosas a la vez, tecleando un celular desde el minuto uno.
Y aquí te va la voladora, porque lo peor de todo es que las mañanas son nuestro momento más productivo, desde que te despiertas y hasta el medio día podemos hacer lo que queramos y lo vamos a lograr, a menos que estemos pegadotes al celular.
Además, un estudio de la Universidad de Gotemburgo en Suecia evaluó los efectos del uso de smartphones en personas de 20 años y arrojó que incrementa la ansiedad, estrés, cansancio y otras cosas peores.
Como si esto fuera poco, la Universidad de Filadelfia analizó el comportamiento de 400 alumnos de entre 11 y 15 años, y se dieron cuenta que entre más usaban el celular, peor les iba en el aprendizaje, ¡y agárrate!, dejan de vincularse con otros seres humanos.
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