¡Ya basta de culpas! Ser mamá y tener una vida laboral no tiene por qué estar peleada.
Leíste bien, ser mamá y trabajar, a menudo puede generar una TREMENDA CULPA y la verdad, peso un montón. Es importante que sepas que no está mal tener una familia y llevar una vida profesional, solo debes encontrar el equilibrio saludable y ser más amable contigo misma. Créenos, a largo plazo tus hijos te van a agradecer, te lo dice una hija cuya madre trabajadora se convirtió en su modelo a seguir.
Por: Carmen García Cuevas.
La culpa es un sentimiento común que llega cuando una intenta equilibrar las responsabilidades laborales y familiares. Sin embargo, es importante recordar que no eres la única madre que se siente así, y hay formas de superar estos sentimientos de culpa por trabajar y ser mamá.
¿Es para tener dinero para tu familia, para hacer lo que te apasiona o para tener independencia financiera? Reconocer tus razones para trabajar puede ayudarte a sentirte más segura y confiada en tu decisión.
Siempre que sea posible, asegúrate de tener un horario de trabajo definido y de comunicar tus necesidades y expectativas a tus seres queridos. Esto ayudará a evitar la sensación de que estás constantemente en el trabajo o en casa, y te dejará dedicar tiempo y atención a las dos cosas.
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La maternidad y el trabajo son dos de las tareas más desafiantes que existen, y es normal tener altibajos. NO te castigues, sentir culpa o estrés, en lugar de ello, practica la auto compasión y el auto cuidado. Tómate un tiempo para ti misma, sal con amigos, haz ejercicio o medita para reducir el estrés y mejorar tu bienestar emocional.
Habla con amigos o familiares que hayan pasado por situaciones similares o busca un grupo de apoyo de mamás trabajadoras en línea o en tu comunidad. Tener una red de apoyo puede ayudarte a sentirte mejor y sacarás consejos y estrategias útiles.
Por experiencia propia puedo decirte que sí, tal vez en el proceso puedas tener conflictos con tus hijos por estar alejada de ellos, pero confía, a la larga, cuando crezcan y maduren, entenderán al 100%, se sentirán agradecidos por todos los sacrificios que hiciste por ellos y más importante, con toda esa dedicación y esfuerzo, te convertirás en su ejemplo a seguir.
Superar la culpa de ser mamá y trabajar puede ser difícil, pero no es imposible. Recuerda que eres una madre fuerte y capaz, y que mereces ser feliz y estar en paz contigo misma.
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