Hay pequeños cambios que prácticamente te pueden cambiar la vida. El 40% de las acciones que hacemos a diario, no son decisiones reales, sino la consecuencia de los hábitos que tenemos. Por lo que parece necesario sumar hábitos que te ayuden a mejorar tu vida.
Los hábitos que tenemos nos ayudan a ahorrar energía mental, por decirlo de otra forma, nos ayudan a funcionar automáticamente para que no necesites pensar todos los días cómo realizar acciones que repites constantemente. Así qué hay ciertas cosas que puedes cambiar para hacer tu vida mucho más sencilla, ¡toma nota!
- Salir a correr nos ayuda a tener mejor concentración: Realizar cualquier tipo de deporte siempre va a ser beneficioso para nosotros. Salir a correr nos ofrece todavía más ventajas, sirve para mejorar la concentración. Cuando sales a correr te enfocas en los objetivos, por lo que te acostumbras a centrarte en una meta, este tipo de mentalidad podrás aplicarla a cualquier otra situación que se te presente.
- Caminar 30 minutos diarios: Caminar es una de las actividades que podemos hacer y que más beneficios físicos nos dejará. Pero además de eso, nos ayuda a: despejar la mente y tranquilizar el sistema nervioso.
- Intenta trabajar con luz natural: Un adulto libera 3 kilovatios por hora de energía (con esta cantidad un televisor funciona durante 30 horas) buscar acciones que nos ayuden a reponerla es más que necesario. Así que cuando trabajes, intenta colocar tu escritorio cerca de una ventana. De esta forma tu cerebro estará más activo y notarás menos cansancio.
- Sonríe antes de ir trabajar: Cómo dice la canción “sonreír es gratis”, según un estudio publicado por Psychological Science, sonreír cada mañana frente al espejo hace que el organismo se prepare para tener un día mejor.
- Leer algo nuevo todos los días: La lectura es un gran hábito, además de ayudarnos a sentirnos más creativos e informados, nos ayuda a incrementar la comprensión, imaginación, capacidad sintética y otras habilidades como la ortografía y gramática.
- El método pomodoro (para dejar de procrastinar): Posponer pendientes importantes, aunque se tenga tiempo puede ocasionar ansiedad. Te recomendamos probar estar concentrado 25 minutos y hacer 5 minutos de descanso. Así puedes dividir tu jornada en pomodoros, y cada 4 pomodoros te tomas un descanso de 30 minutos.
- Cambiar el foco: En ocasiones, cuando se avecinan cambios o nuevos proyectos, es súper fácil que el miedo nos haga pensar en cosas negativas. Pero cambiar el foco es la clave, una vez hayas analizado todos los escenarios y resultados catastróficos, cámbialos por predicciones optimistas. Piensa en todo lo que puede salir bien.
- La regla del 10-10-10: Esta idea es de la periodista Suzt Welch y sirve para tomar perspectiva cuando algo te preocupa en el presente. Se trata de analizar cómo te afectará lo que te está pasando dentro de 10 minutos, en 10 meses y en 10 años.
- Escribir los objetivos (y no solo pensarlos): Parece un detalle sin importancia, pero no lo es, sobre todo a la hora de conseguir llevar a cabo los objetivos. Se ha demostrado que quienes escriben sus objetivos tienen un 50% más de posibilidades de lograrlos que las personas que no lo hacen, algo así como una mejor manifestación.
- El hábito de cuidar tu diálogo interior: En ocasiones prestamos más atención a cómo se comportan los demás con nosotros, sin darnos cuenta de que lo verdaderamente importante es la manera en la que nos hablamos a nosotros mismos. Eres lo que te dices, recuerda: “Lo que determina tu vida no es lo que te dicen los demás. Lo que te susurras tiene más poder”. Robert Kiyosaki.