Musicoterapia: El secreto para no envejecer

Nadie, nadieee puede negar que el ser humano es un ser sonoro y musical. Ni mucho menos toda la felicidad nos da la música, no solo nos cambia el mood al instante, nos relaja y nos conecta con nuestras emociones, también nos da la posibilidad de crear una conexión inmediata con los otros, mejorar nuestras habilidades cognitivas, ejercitar nuestra memoria… y sí, hasta mantenernos jóvenes.

Por alguna razón, posiblemente evolutiva, somos sensibles a este rango de vibraciones que se generan con la música y que son vitales para comunicarnos y relacionarnos. Y si bien los efectos de la música son individuales, porque se modulan por las características y experiencias de cada quien, en diversos estudios se ha demostrado que el impacto que la música tiene en nuestra parte cognitiva es altamente positivo.

Los estímulos sonoros y musicales nos afectan física, emocional, cognitiva y hasta espiritualmente.

Estudios de neuroimágenes han demostrado que con ayuda de la música se establecen nuevas conexiones neuronales, se modifican los niveles de neurotransmisores, se activan determinadas glándulas que afectan a la producción de hormonas… Todo esto tiene su repercusión en nuestras constantes fisiológicas, en nuestro estado de ánimo y, también, en nuestras capacidades cognitivas.

La energía acústica también impacta directamente en nuestro cuerpo. En función de la frecuencia y potencia de la música, esa vibración llegará a nuestros tejidos, órganos, huesos y células, pudiendo incidir en sus procesos metabólicos. Por lo que tiene un efecto a”antienvejecimiento”. No podemos desestimar el potencial terapéutico de la música. Es tan capaz y poderosa que puede mejorar aspectos cognitivos en personas que se recuperan de daños cerebrales y motrices.

ÚSALA A TU FAVOR 
Para potenciar los efectos de la música intenta siempre:

· Cantar, bailar y escuchar nuevos géneros