Scent mixing y cómo lograr que tu olor sea único

Probablemente habías escuchado el término layering aplicado solo a la ropa, pero en el mundo de los aromas y las fragancias, esta técnica es bastante antigua y las mujeres la han puesto en práctica hasta sin darse cuenta. ¿Por qué hacerlo? PRimero por diversión, el mundo de la belleza se hizo para experimentar, y segundo, porque tener un aroma propio es una forma más que sencilla de reflejar tu personalidad. Si ya te convencimos y quieres empezar de una vez, te compartimos algunas “reglas” generales para que logres un mix perfecto.

De lo más fuerte a lo más ligero…
No se trata namás de echare un perfume encima de otro. ¿Has visto esos sets de regalo que incluyen shower gel, crema y perfume? Pues básicamente se trata de seguir el mismo principio. Eso ya es hacer layering olfativo. Ojo, que aquí lo importante es aplicar la fragancia o el aroma más “pesado” primero, para que no domine a otros más ligeros.

¿Cuál combina con cuál?
Para que aprendas cómo mezclar primero necesitas saber cómo se compone un perfume.
Nota de salida: es lo que hueles de inmediato cuando lo rocías, por lo general son aromas frescos
Nota media: es el corazón de la fragancia, se caracteriza por ser cálida y suave
Nota inferior: se desarrolla la final y es el aroma que se fija en tu piel durante horas, después de que las otras notas se evaporan.

Una vez que sabes esto, combinar es mucho más sencillo. Empieza por lo simple si nunca antes has aplicado perfume en capas. Intenta mezclar dos que tengan alguna nota en común, lo más sencillo es buscar que pertenezcan a la misma familia de olores. Las más comunes son: floral, frutal, cítricos, dulces y amaderados. También puedes aventurarte a mezclar opuestos, como las especias con la vainilla. No abuses si te encantan los aromas dulces o muy fuertes, el chiste es encontrar un balance para no marear al de al lado.

La combinación final
Generalmente, una hora después de que hiciste tu layering podrás descubrir el aroma final. Esto debido a la química de tu piel. Si te encantó, anota tus combinaciones y no dejes de crear tus propios aromas, aquí se trata de probar. El chiste es ir buscando qué va con qué, y si no te gustó una mezcla, no pasa nada.

También la presentación importa
Toma en cuenta las diferentes presentaciones en que puede venir un perfume para que no te sorprenda si la mitad de tu mezcla te dura todo el día y la otra mitad solo dos horas.

Colonia: es súper ligera pues tiene entre 6% y 8% de esencia. Es ideal para climas muy calurosos, pero lo malo es que el olor no dura tanto tiempo, por lo que tendrías que reaplicar a lo largo del día.

Eau de toilette: la concentración de esencia aumenta a entre 8% y 15%. Por lo general, son aromas frescos y la fijación también es mayor.

Eau de parfum: tiene entre 16% y 18% de esencia y el olor puede durar hasta seis horas en la piel.

Perfume: aquí es cuando tienes que comenzar a dosificar tu aplicación, porque la concentración de esencia es de 20% a 30% y el olor puede durar más de ocho horas.

Elíxir: pocas marcas lo tienen, la mayoría son de lujo. Las presentaciones siempre son pequeñas y la concentración es bastante alta, suele usarse con gotero y el precio es muy elevado.