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¿Cuándo y cómo decir NO en la chamba?

Acceder a todo lo que se te pide en la chamba puede hacerte quedar como un buen colaborador, quizá hasta llegues a ser el empleado del mes, pero también puede ser muy desgastante y hasta contraproducente

Helios Herrera

Normalmente decimos que “sí” cuando queremos decir que “no” porque nos da mucho miedo decepcionar a nuestro jefe y a nuestros compañeros. En otras ocasiones lo hacemos para evitar conflictos, sin embargo, la mayoría de las veces lo hacemos para preservar la imagen que tenemos de nosotros mismos y que queremos comunicar en todo momento, esa imagen de aquella persona que siempre puede con todo.

NO ME ATREVO
Si alguna vez te sientes con ganas de decir “no” debes saber que sí se vale, y las razones para esto pueden ser muy variadas:

  • Saturación: tal vez sientas que no puedes con una cosa más, que tienes exceso de trabajo y que no podrías desarrollar la indicación o tarea con el nivel de atención necesaria
  • No es mi trabajo: sí, a veces como jefes asignamos responsabilidades extras sin pensar mucho sobre quién debe caer esa actividad, y por ello no sabemos quién sí y quién no está cumpliendo con sus funciones. Incluso muchos jefes se saltan la línea profesional y hacen encargos de tipo personal a sus colaboradores
  • No existe la capacitación adecuada: es mejor decir que “no” ante una instrucción o petición si sientes que no cuentas con la capacitación o conocimiento necesario, para no causar un fracaso que repercuta a gran escala en tu empresa
  • Prioridades distintas: determina qué es urgente y qué es prioritario. Tal vez esta actividad o instrucción no la vez prioritaria de acuerdo con la estrategia u objetivos generales de tu área
  • Sientes comprometida tu ética: los casos más comunes son los sobornos o fraudes, estas situaciones te pueden hacer sentir incómodo, ¡niégate!
  • Es algo que puede afectar tu salud: no competas tu salud física o emocional con situaciones que puedes y debes evitar
  • Compromete tu reputación: puedes negarte a realizar una actividad que comprometa tu imagen marca personal

DEBES TENER ALGO CLARO, QUE SÍ SE PUEDE DECIR “NO” Y TODO ESTÁ EN TRABAJAR LA AUTOESTIMA Y ASERTIVIDAD. LA AUTOESTIMA, POR UN LADO, ES LA VALORACIÓN QUE TENEMOS DE NOSOTROS MISMOS COMO SERES HUMANOS; LA ASERTIVIDAD ES LA CAPACIDAD DE DEFENDER Y HACER RESPETAR LOS DERECHOS Y CREENCIAS INDIVIDUALES SIN TENER QUE VIOLAR LOS AJENOS, ES DECIR, SIN SER SUMISOS NI VIOLENTOS. 

PASO A PASO

1. Analiza la situación
Define qué se te está pidiendo y por qué, después analiza la razón de tu negativa. Observa tu nivel de asertividad ante el caso, trata de ser lo más objetivo posible en esta observación.

2. Justo a tiempo
No esperes mucho para decirlo, y sé que muchas veces parece complejo, pero dejar pasar tiempo para mostrar tu negativa a realizar una actividad puede generar más problemáticas. No esperes al último momento, en cuanto sientas que debes decir “no”, dilo.

3. Enfocado y preparado
Lo primero es tener claras tus razones para negarte a realizar lo que te piden y posteriormente que seas capaz de explicarlas a detalle. Tal vez tú observas que estás saturado de actividades y no tengas tiempo suficiente para cubrirlas todas con la calidad pertinente. Pero eso a lo mejor no lo ve tu jefe, por lo que tu misión es plantear de forma clara y concreta tus argumentos para que no parezca que nomás no quieres.

4. Sugiere soluciones
Considera si eres capaz de ofrecer una solución alternativa y no solo una tajante negativa, recuerda siempre que tienes el poder de observar soluciones y no solo el problema. Quizá al terminar un proyecto puedas agarrar el otro que te ofrecen o algún compañero está más libre, pero siempre ofrece otra opción.

5. Agradece la oportunidad
Si por alguna razón no eres capaz de desarrollar la instrucción o tarea, agradece la oportunidad y la confianza que se te tiene. No te limites a decir “no”, reconoce y agradece la oportunidad que implicaría desarrollar esa orden.

6. Utliza la técnica del sándwich
Como fórmula, esta técnica es muy popular, consiste en dar una respuesta que incluya una observación positiva para nuestro jefe, después el mensaje que exprese nuestra negativa, para terminar con otra observación positiva, es aquí donde entra la posible alternativa:

  • Gracias por pensar en mí (positivo)
  • Pero por ahora mi carga laboral me impide (negativo)
  • Pero ¿puedo proponer…? (alternativa)

Mira siempre de una forma objetiva cada situación, tu jefe es uno de tus principales clientes y como tal, la mejor manera de tener una relación profesional es llevando una honesta y excelente comunicación, clara, directa y sobre todo sin situaciones que se mal entiendan.

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