Alguna vez te has puesto has pensar en todas las opciones y lugares que tiene el mundo para ofrecerte. Paisajes únicos, experiencias inolvidables, culturas diferentes, sabores exóticos y mucho más. Si no sabes por dónde empezar, aquí te dejamos una lista de experiencias que tienes que vivir al menos una vez en tu vida.

Ver las auroras boreales

Hay muchos destinos donde puedes verlas, desde Canadá y Alaska, hasta Islandia o Noruega. Es uno de los fenómenos naturales más impresionantes y mágicos que existen, seguro lo has visto muchas veces en videos o imágenes, pero aunque no lo creas, en vivo son aún más imponentes. Son luces en el cielo que bailan a un ritmo único.

Caminar el Salar de Uyuni

Si piensas que no tienes nada que hacer en Bolivia, te equivocas. Este paisaje también se conoce como el cielo en la tierra gracias al efecto óptico de espejo que se genera en época de lluvias haciendo que parezca que caminas entre las nubes. 

Viaje arqueológico

Ya sea Machu Picchu en Perú, las Pirámides en Egipto, la muralla China o el Muro de los Lamentos en Jerusalén, recorrer los vestigios de otras civilizaciones te da un panorama muy interesante de cómo se vivía en el planeta hace no tanto tiempo. Sí, Teotihuacán y Chichén Itzá son impresionantes, pero el mundo es mucho más grande que nuestro México.

Ir a un festival musical en otro país

Aunque ya todas las bandas y solistas llegan a México, no es lo mismo verlos aquí, sabiendo que al día siguiente tienes trabajo, que de viaje cuando todo gira alrededor de la música que vas a escuchar. El ambiente cambia, convives con personas de diferentes culturas y de paso conoces un nuevo destino.

Ir de safari a África

Si amas los animales es algo que tienes que vivir al menos una vez. Ver a los animales más imponentes de la tierra en su hábitat natural es algo completamente distinto que verlos en el zoológico. Aquí puedes verlos realmente como son y sin rejas de por medio, además de que entras en contacto con la naturaleza, te ayuda a replantearte tu relación con el planeta tierra.

Viajar de mochilazo

A nadie le cae mal un viaje barato y esta es la forma más atrevida de hacerlo. Sin planear practicamente nada, solo un destino inicial al que quieres llegar y después improvisas sobre la marcha. Además de conocer los típicos lugares de turistas, puedes descubrir más a fondo la cultura y costumbres de los locales que cuando te hospedas en un hotel 5 estrellas en el centro de la ciudad.

Viajar para comer

Si tu única relación con el sushi son los restaurantes de cadena que hay en la ciudad o lo más raro que comiste es birria. Hacer un viaje gastronómico es algo que debes considerar. Busca en el mapa un lugar que quieras conocer y empieza a investigar lo más raro que se come ahí, aunque algunos platillos pueden darte repele o miedo, como comer tarántulas en brocheta, caracoles, pescados que no sabías que existían o animales vivos, es otra forma de conocer la cultura de un país.

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