Somos uno de los países más cheleros del mundo y seguro has visto que hay un boom de cervezas artesanales, pero ¿qué son? ¿Cómo se toman? ¿Qué las hace tan especiales? Checa esta guía
Con la cerveza artesanal pasa igual que con los quesos: si estás acostumbrado al Oaxaca, un queso azul te puede saber muy fuerte. Es casi un gusto adquirido, una cuestión de “educar al paladar”, así que lo mejor es empezar con cervezas ligeras, por ejemplo, una lager para irse acostumbrando al perfil de sabores. Una vez que entiendas su naturaleza, no querrás cambiarlas.
¿Qué hace “artesanal” a una cerveza?
Tristemente no hay cerveza 100% mexicana, pues los ingredientes, sobre todo los de la cerveza artesanal, son importados. Para que sea artesanal, una cerveza debe cumplir con tres criterios.
Producción menor a 6 millones de barriles al año.
Que no sea controlada por un monopolio cervecero.
Que la cerveza sea de malta, al menos en un 50%.
¿Cómo me la tomo?
Dirás que tomar cerveza no es nada del otro mundo, pero neta, no se trata de destaparlas y echarse el cartón de hidalgo, sino de convertirse en un borracho de alcurnia. Para eso hay que investigar, preguntar y, sobre todo, darle a la cerveza el lugar que merece como experiencia gourmet.
Intenta probar de todo tipo, de diferentes marcas y países. La idea es siempre comenzar con las más suaves y terminar con las más fuertes, pues una vez que una porter toque tu boca, una pilsner te sabrá a agua. También es importante que estén a la temperatura recomendada, tomarlas en su vaso o copa y limpiar el paladar entre bebidas. Para esto último puedes utilizar un pedazo de pan.
¿Con o sin espuma?
Una cerveza debe tener uno o dos dedos de espuma. Esta protege el líquido, evita que se oxide y retiene los sabores. La espuma también es señal de un buen proceso de elaboración. Debe ser brillante y dejar huella en las paredes del vaso.
¿Cómo se cata?
Vista
Observa los diferentes tonos de la cerveza a contra luz. Estos pueden darte información sobre qué tan tostada está la malta.
Olfato
Mete tu nariz en el vaso y haz pequeñas inhalaciones para detectar todo el perfil aromático.
Agita el vaso de manera circular y vuelve a oler.
Boca
Toma un poco y pásalo por la boca para enjuagar. Vuelve a tomar, empapa el paladar y la lengua para detectar los sabores dulces, ácidos y amargos.
Probar y oler
Para que la experiencia sea completa, bebe y aspira al mismo tiempo, así los conductos de la nariz y la boca harán un buen equipo.
Garganta
Toma otro trago y concéntrate en el cuerpo: nota si es ligero o espeso, si tiene mucho o poco gas y si el sabor perdura en el paladar.
¿Cómo la sirvo?
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