Que si el caldito de pollo, retacarte el pecho con mentol o dormir como una oruga, todos esos remedios de la abuela pueden no estar tan locos como piensas.
Si ya te dio un gripón marca diablo y ya fuiste al doc, no bajes la guardia y cuídate con estos remedios caseros que está comprobado que sí sirven.
Caldo de pollo: es el remedio más tradicional de todos y súper efectivo. Reduce la congestión y lubrica la garganta. La combinación de sus verduras tiene compuestos químicos parecidos a los antigripales, que ayudan a sanar más rápido, y nutrientes para mantenernos fuertes mientras nuestro cuerpo lucha contra la gripa.
Tés, tés y más tés: ya sea de jengibre (que tiene propiedades analgésicas, antipiréticas y antibacteriales), de limón (antibacterial, antiviral y antiinflamatorio) o verde (con catequinas, sustancias con propiedades antivirales) los tés son una de las mejores opciones para la gripa. Además, te descongestionan y te mantienen hidratado, algo súper importante.
Mucha miel: es un expectorante natural con propiedades antisépticas, por eso controla y combate las infecciones de garganta. Para que actúe directamente, haz gárgaras con una infusión tibia o échasela a tu té favorito.
Vaporizaciones con sal de mar y pomada de eucalipto: te ayuda a abrir las vías respiratorias y a aliviar la irritación de garganta, porque el eucalipto tiene propiedades expectorantes. En un recipiente con agua muy caliente agrega una cucharada de sal de mar y una de la pomada. Coloca la cara a una distancia que no te queme, con una toalla en la cabeza para atrapar el vapor y respirarlo, después de 10 minutos notarás la diferencia.
Ajo japonés: tómatelo como si fuera una pastilla. Es rico en alicina, una sustancia con propiedades antisépticas que ayuda al cuerpo a combatir la gripa y otras infecciones.
Soluciones salinas para la nariz: si ya te cansaste de estar modmado, limpia tu nariz con solución salina que, además de limpiarte los mocos y mejorar la respiración, elimina alérgenos y combate las bacterias y los virus. Mezcla un cuarto de cucharadita de sal marina sin yodo y un cuarto de cucharadita de bicarbonato en una taza de agua tibia. Ponte dos gotas en cada fosa nasal y suena.
Hibernar como oso: meterte a la cama y no salir de ahí ayuda a que el sistema inmunológico se restablezca, lo que ayuda el proceso de recuperación. El reposo da al cuerpo la energía necesaria para combatir la enfermedad.
¿Te gustó esta nota? Califícala
Alejandro Dumas 241 / Col. Polanco-Reforma / CP. 11550 / CDMX. / Teléfono: 9126 2222
© Todos los Derechos Reservados de Media Marketing Knowledge Group www.mmkgroup.com.mx
Prohibida la reproducción total o parcial, incluyendo cualquier medio electrónico o magnético.