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¿Por qué se forman los socavones?

El agua en exceso o escasa puede ocasionar los socavones, y no es algo de la noche a la mañana... es algo que se ha ido trabajando por mucho tiempo.

Alejandra Ortíz

La tierra colapsa y se forma un agujero de varios metros de profundidad. En la superficie es una sorpresa repentina, pero en el suelo subyacente es un proceso que inició lenta y paulatinamente hace tiempo, y muy probablemente algo tuvo que ver el agua.

Aunque cada socavón tiene su historia particular de formación y por lo tanto de causas, hay algunos elementos generales entre ellos. En primer lugar, que inician cuando el material bajo la superficie comienza a fisurarse. Una razón muy común de esto es que existan variaciones en la humedad, lo cual genera grietas que se van acumulando. Otra razón común es que el material del cual está hecho el subsuelo se vaya compactando, dejando huecos cada vez más grandes entre la superficie y lo que la sostiene.

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Una de las principales causas de esta compactación es la creación de vacíos. Es como cuando pedíamos el refresco en bolsita y con el popote aspirábamos todo el líquido, y entonces la bolsita se compactaba. Algo más o menos así ocurre, solo que el refresco son recursos naturales como agua, petróleo o gas, y la bolsita es la superficie donde habitamos. Aunque algunos socavones tienen origen natural, la mayoría de ellos en zonas urbanas son producto de las actividades humanas.

En el caso de la Ciudad de México, donde se extraen grandes cantidades de agua del manto acuífero a una tasa mayor de la que éste se recupera, el hueco que deja el agua hace que se compacte la tierra y que por lo tanto la superficie, eventualmente, colapse.

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Paradójicamente, no solo la falta de agua sino su exceso también puede producir socavones. Si hay tuberías rotas o fugas, éstas erosionarán el subsuelo creando cavidades cada vez mayores. Algo similar ocurre cuando hay lluvias intensas que provocan inundaciones, y entonces el agua hace lo que mejor sabe hacer: fluir. La Ciudad de México es naturalmente una cuenca hidrológica, por lo que mucha de su infraestructura está construida sobre lo que eran (y quieren seguir siendo) ríos.

Desde hace casi 700 años, cuando fue fundada Tenochtitlán, el agua ha sido una constante para los habitantes de este sitio. Las formas de convivir con el líquido se han ido modificando, y actualmente pareciera que nuestra relación no es muy armoniosa: escasea y a la vez nos cae del cielo a cántaros, provocando caos. ¿Será que podemos aprender a entendernos mejor con ella?

Referencia:
Mecanismos de fracturamiento de depósitos arcillosos en zonas urbanas. Caso de deformación diferencial en Chalco, Estado de México

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