No llores en el trabajo ¿Pooor?

La oficina no es un buen lugar para ponerte a llorar. Si crees que haciendo berrinche como bebé vas a conseguir lo que quieres o tus jefes te van a apapachar, estás muy equivocado. Solo vas a lograr que se alejen de ti.

En un estudio publicado por British Journal of Social Psychology, los investigadores preguntaron a 1,000 personas qué pensaban al ver una fotografía de una persona llorando y otra que no lo estaba. Todos coincidieron en que se acercarían a ayudar a la persona que estaba llena de lágrimas.

Sin embargo, en otro experimento con las mismas fotografías se les preguntó a los encuestados: Si estuvieras en un trabajo, y tuvieras que trabajar un proyecto en equipo con esa persona, ¿qué harías?

El estudio demostró que la mayoría no estaría dispuesto a trabajar con la persona que está llorando. De acuerdo a Niels van de Ven, profesor de la Universidad de Tilburg en los Países Bajos, la gente que llora “son vistos como personas poco competentes en general”.

Esta investigación ha demostrado que las lágrimas obligan a la gente a acercarse a personas que están llorando. Pero en el ámbito laboral, los efectos no son tan positivos y pueden traer consecuencias con relación a la productividad de los empleados.

Una buena noticia, es que el trabajo es el último lugar que las personas eligen para llorar. 74% prefiere llorar en casa y solo 6% lo hace en la oficina o escuela.

No te estreses y déjate de lloriqueos. Si de plano estás a full de chamba, ¡grita! es bueno para tu salud.

*Con información de Time.