La forma más sencilla de traer el poder y los beneficios de los mandalas a nuestra vida cotidiana es coloreando este tipo de figuras.
Un mandala es un símbolo, la palabra viene del sánscrito y significa “círculo”. Estos símbolos espirituales de unidad tienen una larga historia ya que muchas tradiciones diferentes los han adoptado. Incluyendo a los tibetanos, diferentes grupos budistas e hinduístas. El psicoanalista Carl Jung dijo que un mandala era “una representación del ser inconsciente”. Estos coloridos e intrincados diseños son un reflejo de la creación. El patrón básico de estos deseos se basan en un círculo con un centro a partir del cual se desprenden todos los demás patrones y figuras.
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Son patrones que se pueden observar en la naturaleza y también en la biología, la química, la geología, la astronomía y la física. Un ejemplo de esto es cómo en nuestro planeta los seres vivos están hechos de células y cómo cada una de estas células tiene un núcleo, de tal manera que se ven como círculos con un centro definido. Por otro lado los cristales que forman las rocas y montañas están hechos de átomos y cada una de estas partículas es un mandala. Si pensamos en el macrocosmos y en que la Tierra es parte de la vía láctea podemos darnos cuenta que cada mandala es parte de un mandala aún mayor.
La forma más sencilla de traer el poder y los beneficios de los mandalas a nuestra vida cotidiana es coloreando este tipo de figuras. Algunos de los beneficios que esta práctica puede traer a tu vida son:
1. Más relajación
Colorear es una forma disfrutaba de expresarte, es divertido y logra calmar la mente. No hay una forma correcta o incorrecta de iluminar un mandala y eso significa que el estrés y la ansiedad por desempeñarte correctamente o triunfar puede quedarse atrás para dar paso al gozo de la experiencia por si misma. Generalmente la meditación incluye una práctica inicial de calma y relajación que resulta sumamente beneficiosa para nuestro ser mental y espiritual. Así que procura cultivar esta sensación mientras coloreas.
2. Niveles más profundos de meditación.
Uno de los mayores retos para quienes inician una práctica de meditación es lograr dejar de divagar entre pensamientos, emociones y movimientos y aquietar tanto la mente como el cuerpo. Muchas prácticas meditativas recomiendan seguir la respiración para lograr la calma, pero si se tienen dificultades para concentrarse en esto, colorear mandalas puede ser un remedio divertido. Lo más importante para hacer de esto una práctica meditativa es que te concentres en desarrollar consciencia plena de cada momento.
3. Balancear el cuerpo, la mente y el espíritu.
Además de lugar relajación mental y corporal, los colores tienen efectos sobre nuestro ánimo. La psicología del color afirma que los tonos de los que nos rodea tienen un efecto en nuestra concentración, estado de ánimo y el balance del sistema nervioso autónomo, así como las funciones sexuales, reproductivas y los patrones del sueño, el apetito, metabolismo y temperatura corporal entre otras cosas. Esto es posible porque cuando la luz entre en contacto con nuestros ojos pasa a través de ella retina donde se convierte en un impulso eléctrico que viaja por el hipotálamo, es decir, la parte de nuestro cerebro que controla la secreción de hormonas y el sistema endocrino.
4. Desarrollar tu creatividad.
Atrévete a jugar con los tonos, colores, combinaciones y contrastes, conforme colorees más mandalas, te darás cuenta de que tú también tienes una fuente inagotable de ideas. Quizá descubras tu lado artístico y esto te lleve a interioridad que efectivamente somos seres multidimensionales con muchos talentos y potencial.
5. Expresarte
Vivir puede ser placentero pero en otras ocasione está lleno de retos y tribulaciones. Los humanos necesitamos expresar estas experiencias a través del arte para reconocernos en ellas y asimilarlas. Todos necesitamos procesar lo que nos sucede, a veces transmitiremos la pasión que sentimos por vivir y en ocasiones transmitiremos emociones menos luminosas, pero abordar este aspecto de nuestro ser a través del arte nos ayuda a integrarlo, aceptarlo y hacer las paces con todos los aspectos de nuestro ser.
6. Realizar una conexión espiritual
Expresarnos creativamente nos acerca al aspecto divino de la existencia y de nosotros mismos, así que dedicarte unos momentos a contemplar un bello patrón que te transmite las infinitas posibilidades del universo puede ser una inagotable fuente de inspiración. También puedes colorear mientras repites un mantra ya sea en tu mente o con tu voz.
7. Divertirte
Con frecuencia cuando hablamos de tener una vida balanceada, sana y espiritual nos ponemos muy serios, pero también es importante a dejar nuestra seriedad de lado de vez en cuando y entregarnos al juego. Ya que cuando jugamos y nos divertimos aprendemos mejor, pues involucrarnos física, mental y emocionalmente nos ayuda a estimular la memoria y la creatividad. Además de hacernos felices.
Si además de practicar la consciencia plena o mindfulness cuando coloreas te gustaría desarrollar una práctica de este tipo de meditación como tal, puedes empezar por consultar lo que escribimos sobre este tema para ti. Lo más importante es que encuentres el tipo de meditación que te resulte más apropiado con constancia sencillez y contento.
*Con información de Mandala Coloring Meditation y Art Therapy Blog.
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