Más impuestos absurdos ¿neta?

¿Has escuchado del “impuesto especial por producción y servicios (IEPS)”? En pocas palabras es eso que pagas de más por los “gustos culposos” que tanto te encantan y que no necesariamente están todos relacionados con la comida.

El caso de los refrescos, no es la excepción.

Hoy se paga un peso por litro, y este impuesto puede ser incrementado bajo una supuesta intención “benévola”: que dejemos de consumir lo que algunos decidieron que perjudica a la salud, el problema real es ni ayuda a mejorar la salud y el 62% de esos impuestos los terminan pagando las familias de más bajos recursos.

Otro dato que nos deja mucho qué pensar es que el consumo de los refrescos cuando se aplicó el IEPS disminuyó menos de 15 ml, es decir, el equivalente a un pequeño sorbo, ¡no inventes!

Es evidente, que al aplicarse el impuesto a los refrescos, no se ha conseguido que se reduzca su consumo, lo que si se ha provocado es que se sustituya por otros productos con el mismo nivel de azúcar o hasta más. Dudamos mucho que con un impuesto a los refrescos, se reduzca la obesidad en el país. Creo que es claro que los impuestos no educan, solo sirven para recaudar más dinero.

Bajo esta lógica, aún si desaparecieras el refresco de tu vida, la dieta del mexicano basada en su mayoría en “vitamina T” (tacos, tortas, tostadas, tamales…), se excedería casi 50% de las recomendaciones internacionales, debido a que las calorías que consumes en promedio al día ya son de por sí mayores a las que aconseja la OMS, y eso ¡sin contar las del refresco!

Al final, lo importante es estar bien informado de lo que consumes. Tampoco tienes que dejar de consumir lo que te gusta, la clave está en encontrar un equilibrio y de esa manera tener una dieta balanceada, esto hará que tengas un mejor rendimiento y te mantengas saludable, ¡tu cuerpo te lo va a agradecer!